Objeto de estudio de la ideología
política y su método dialectico marxista
Historia
de las ideas políticas tiene por
objeto estudiar el
nacimiento y evolución de las
concepciones e ideas políticas de las
clases en lucha
en todas las
formaciones económico-sociales.
Comprende,
por consiguiente, tanto la historia de las
ideas políticas surgidas antes
de la aparición
del marxismo, como también la del desarrollo de las ideas
políticas y concepciones jurídicas marxistas-leninistas.
El
método dialectico marxista es el único método científico que sirve para el
conocimiento de todos los fenómenos sociales, incluidas también las
concepciones e ideas políticas.
De
conformidad con las exigencias del método dialectico marxista, la Historia de
las ideas políticas, como ciencia, examina el nacimiento y evolución de unas y
otras concepciones y teorías políticas, no en forma aislada, no separada de los
fenómenos circundantes, no desde el punto de vista de una “justicia eterna” o
cualquier otra idea preconcebida, sino desde el angulo de enfoque de las
condiciones con que estan vinculados el surgimiento, desarrollo y cambios de
estas ideas.
Fijación de periodos y estructura del
curso de las teorías políticas
La fijación de los períodos
de la Historia de las ideas políticas se efectúa de conformidad con la historia
del desarrollo de las relaciones económico-sociales, es
decir, la historia
de la sustitución de un tipo de
relaciones de producción por otro, la
historia del desarrollo
de las etapas fundamentales de la lucha de clases.
Ello determina
la estructura del
curso de Historia de las ideas
políticas y de sus manuales. El
presente curso comprende
la historia de las
ideas políticas de la sociedad esclavista
y feudal, la historia de las ideas y
teorías políticas del período de
lucha de la burguesía contra los feudales por el afianzamiento de
las normas y
relaciones capitalistas, y la
historia de las
teorías políticas dentro de la
sociedad capitalista durante el período anterior a la aparición del marxismo,
así como la historia del desarrollo de las concepciones políticas de los
demócratas revolucionarios rusos.
El curso
de Historia de las
ideas políticas comprende
la historia del nacimiento y evolución de la teoría marxista sobre la
revolución socialista y la revolución del proletariado, la extensión del marxismo en Rusia y el
nacimiento del leninismo, el desarrollo de
la teoría marxista-leninista
de la revolución socialista y la
dictadura del proletariado, y la teoría
del Estado y el derecho socialistas en
las diversas etapas
históricas de la
sociedad soviética.
El curso también comprende
capítulos dedicados a la
crítica de la
ideología política de la
burguesía imperialista y
al desenmascaramiento de las
teorías promovidas por los dirigentes socialistas de derecha. La parte
final del curso
está dedicada al problema
de la significación
internacional de la teoría marxista-leninista respecto
de la dictadura del proletariado.
Teorías políticas del antiguo Oriente
Las primeras sociedades de
clase se formaron en los
países del antiguo Oriente en el
Asia Anterior, oriental y meridional, y en la parte nordeste del África. Ya al
comenzar el cuarto milenio a. de
c., cono resultado
de la desintegración del régimen
del comunismo primitivo
y de la división de la sociedad en clases —en
esclavistas y esclavos—, comenzaron a formarse los Estados esclavistas más
antiguos: Egipto, Babilonia,
India, China y otros.
Todos estos
Estados constituían una
parte de la superestructura erigida
sobre una base
esclavista. Sin embargo, el régimen esclavista de los países del antiguo
Oriente tenía sus propias particularidades.
Entre las teorías políticas
del antiguo Oriente, están:
·
Ideología política del antiguo Egipto
·
Ideología política de la antigua Babilonia
·
Ideología política de la antigua India
·
Ideología política de la antigua China
Ideología política del antiguo Egipto
El antiguo
Egipto, desde el
momento mismo en que se formaron
allí las clases (cuarto milenio a. de c.) y a lo largo de los
milenios subsiguientes,
representaba una sociedad
esclavista.
No obstante,
siguieron existiendo considerables supervivencias del régimen del
comunismo primitivo y durante largo tiempo se conservó la comuna aldeana. A
la vez que
la explotación de los
esclavos, se efectuó también la de los agricultores y artesanos libres, a
quienes se les imponían obligaciones, en beneficio, no solamente del Estado, sino también de
los representantes de la nobleza terrateniente y burocrática.
El Estado esclavista del
antiguo Egipto estaba organizado a
la manera de
una Despotia oriental regida por el
faraón endiosado. La circunstancia de ser el antiguo Egipto donde precisamente
aparece esta forma de gobierno del
Estado esclavista, se explica por el hecho de que la utilización de las aguas
del Nilo para la irrigación artificial
requería la creación
de las correspondientes instalaciones complicadas,
cuyo mantenimiento y perfeccionamiento sólo podía
asegurar una centralización política.
La ideología política de la capa
superior de la clase esclavista
se revela con toda crudeza en La
sabiduría de Ptah-hotep, que aparece en
el tercer milenio a. de c.,
y cuyo contenido conservó su valor a lo largo de
muchos siglos.
Ptah-hotep es uno de los
descollantes representantes de la
nobleza egipcia que
ocupa altos cargos en el Estado
egipcio, incluso el puesto de
visir, jefe de todo el aparato administrativo.
Ideología política de la antigua
Babilonia
La antigua Babilonia, al
igual que el antiguo Egipto, fue uno
de los Estados
esclavistas más antiguos a la
manera de una
Despotia oriental.
Primitivamente, en los valles de los
ríos Tigris y Eufrates (Mesopotamia) existían
algunos pequeños Estados,
cuyo “comienzo” se
remonta al cuarto milenio a.
de c.
El Estado de Babilonia
alcanza su florecimiento en el siglo XVIII a. de c.,
durante el reino de Hammurabi, en que el país
se unifica sólidamente bajo
el poder de
los reyes de
la dinastía babilónica. El
desarrollo de la
ciudad esclavista de Babilonia viene
acompañado de una agudización de las contradicciones sociales y de la lucha de
clases. Los esclavistas enriquecidos se dedican a la usura y a la especulación,
al arrendamiento de tierras y casas,
arruinan y sojuzgan
a los desposeídos, multiplicando
el número de esclavos en el país.
La ideología política de Babilonia, al igual que
la de Egipto,
está impregnada íntegramente de ideas religiosas.
Los dioses determinan el destino de los
hombres y de los pueblos. Conceden todos los bienes y castigan con todas
las calamidades, rechazan a los enemigos y otorgan las victorias.
Ideología política India
La India es un país de una cultura antigua. Ya
en el tercer milenio a. de c. sus
habitantes se dedicaban al cultivo
de la tierra,
empleaban herramientas de trabajo y otros objetos hechos de cobre y de
bronce, y moraban en ciudades rodeadas de gruesos muros.
En el
segundo milenio a. de c. el
país fue conquistado por un
pueblo extranjero, los “arios (nobles).
A comienzos del
primer milenio a. de c.,
después de un largo proceso de desintegración del régimen del
comunismo primitivo, aparecen
los primeros Estados esclavistas. La
antigua India, después
de la conquista aria, representaba
una sociedad esclavista
que conservaba la comunidad familiar y, más tarde, la comunidad aldeana. “
Estas comunidades
de tipo familiar tenían
por base la
industria doméstica, esa
combinación peculiar de tejido, a mano, hilado
a mano y laboreo
a mano, que les
permitía bastarse a sí mismas.”
A la
vez, “...estas pequeñas
comunidades estaban contaminadas por las diferencias de casta y de la
esclavitud...” Las comunidades familiares
se convierten en territoriales. Sin embargo, durante largo
tiempo, se sigue conservando la familia patriarcal con el dominio
ilimitado del hombre sobre la mujer.
El régimen esclavista, con
la posición privilegiada de la
capa superior de
la sociedad, y la
falta de derechos de los esclavos, se afianzó en la India mediante el sistema
de las castas y las barreras infranqueables existentes entre ellas. La ideología
religiosa sustentaba el concepto del inmenso precipicio que
separaba las castas
superiores de las inferiores.
Ideología política de antigua China
La desintegración del
régimen del comunismo primitivo
y la formación del Estado en China, se
remontan hacia el segundo milenio a.
de c. En el
siglo XVIII a. de
c. se formó
el primer Estado esclavista,
el Estado de Han o Shang.
La ideología
política de la
antigua China halla su
expresión más característica en
la filosofía de Confucio (siglos
VI y V a. de c.), en la de su adversario Mo-Tsi (Mo-Ti,
siglos V y IV a. de c.), así como también en los conceptos del
taoísmo expuestos en el libro Tao Te-king.
La esclavitud
era por aquel
entonces la forma predominante
de explotación en
China. Existían, a la vez, grandes terratenientes, príncipes y
nobles, que explotaban
el trabajo de los
labradores libres. El régimen político
de China era la monarquía militar burocrática. En los siglos VI al III a. de
c., el Estado chino no estaba centralizado. Los gobernantes locales, que no pocas veces habían
adquirido una considerable
independencia, lucharon entre
sí por la
influencia y el botín.
El período de los siglos VII
al V a. de c., es conocido en la historia de China con el nombre de Lego, lo
que quiere decir “multitud de reinos”. Fue el período de la descomposición de
la única monarquía Chouista. Detrás de él siguió el período de Chang-ho,
“los reinos en lucha”
(siglos V al III a. de c.), que se caracterizó por una acentuada
agudización de las contradicciones entre
las diversas clases
y de grandes
luchas entre ellas.
Estas se
desarrollaron entre los
esclavos y los esclavistas, entre los grandes
terratenientes y los campesinos.
Simultáneamente tuvo lugar
una encarnizada contienda entre
los diversos principados, que adquieren en ese período una importante autonomía.
Teorías políticas de la antigua Grecia
En medio
de la contienda encarnizada entre
los Estados de Atenas y Esparta, surgieron múltiples teorías
políticas que reflejaban
los intereses de
las clases y
partidos en lucha, ocupando la
posición predominante entre ellas, claro está,
las ideas y
teorías de la
clase esclavista dominante, que traducían las posiciones y programas de los diversos círculos sociales que formaban
parte de ella.
Pese a
la diversidad de
estas teorías, es fácil descubrir en ellas ciertos rasgos comunes.
Todas ellas parten
del principio de
la inamovilidad del régimen
esclavista y de la ausencia total
de los derechos
de los esclavos,
característica de ese
régimen; tratan de
fundamentar la necesidad o inevitabilidad de la desigualdad
social, y finalmente,
se basan en las condiciones generales
de la vida
política antigua, fijando como
ideal las formas
más políticas de las polis
de la propia Grecia esclavista.
Al provocar
rebeliones, los esclavos
de Grecia se proponían el objetive de conquistar la emancipación. Estas
rebeliones, como, por ejemplo,
la rebelión de
los ilotas de
Esparta, adoptaban no pocas
veces un carácter
amplio, de masas, adquirían la importancia de una especie de guerra de
liberación.
Sin embargo, en los actos de
los esclavos sublevados y en las declaraciones
de sus dirigentes
faltaba el programa de
liquidación del régimen
esclavista y de su
sustitución por relaciones
sociales nuevas.
Es característico, por
ejemplo, que durante la rebelión en
la isla de Quíos (siglo
III a. de c.),
los esclavos fugitivos, en su campamento
ubicado en las montañas, suprimieran la esclavitud, pero al mismo tiempo,
su jefe Drimak entró
en una componenda con los
esclavistas, devolviéndoles los
esclavos fugitivos que, a su
juicio, se quejaban sin
motivo de la
crueldad de sus amos.
Pensamiento político de la antigua
Grecia durante el periodo de las Polis y su desarrollo primitivo
Las polis griegas surgieron
en el fuego de la lucha encarnizada que las masas pobres de la
ciudad y del
campo, juntamente con
los círculos urbanos de la clase esclavista, libraban en contra
de la vieja
nobleza gentilicia, los eupátridas. La
lucha entre la
aristocracia y la democracia
fue por aquel entonces un fenómeno corriente
en Grecia, y se reflejó
ya en las primeras obras de la literatura griega
antigua.
Según Hesíodo, la Edad de
oro , en que no existían aflicción, ni
preocupaciones, ni vejez, pasó
al terreno de
la leyenda para
no volver más. Llegó
después la Edad
de plata, que
fue sustituida por la
de cobre. Pero
también los hombres de
esta Edad, terribles
y belicosos, perecieron, se
exterminaron unos a
los otros.
Ahora tenemos
la Edad de
hierro, en que
los hombres están cargados de trabajo insoportable, de constantes
preocupaciones y abrasados
por un odio mutuo. En esta Edad, la discordia divide a los padres e hijos, a los amigos y aliados, en todas
partes reina el
engaño y la
violencia.
El recuerdo
de la igualdad
y la libertad universales que reinaban durante el
régimen del comunismo primitivo (la Edad de oro), se conservó en las
leyendas populares y se reflejó
en las creencias religiosas.
La clase
esclavista se vio obligada a
tomar en consideración
el culto del pueblo a Cronos, el
dios de la Edad de oro, y a permitir
los homenajes en su honor,
las “cronías” (saturnales romanas),
en el curso
de las cuales se
concedía libertad a
los esclavos. La
costumbre exigía incluso
que los señores, durante este
tiempo, atendieran los
refectorios festivos de los esclavos.
Pensamiento presocrático, Heráclito,
Anaxágora, Demócrito con sofistas, Sócrates, Platón y Aristóteles.
El pensamiento presocrático representó el primer esfuerzo
fructífero del hombre frente al problema del conocimiento del mundo. En aquel
momento histórico todavía no se había delimitado el campo de la filosofía
respecto del de la ciencia, y ambas constituían una misma cosa.
El problema fundamental era
un problema físico, naturalista; ¿Está el mundo hecho de una sustancia
fundamental única? ¿Cuál es esa sustancia o material? Los primeros filósofos no
eran antropólogos (del griego anthropos, hombre), pues su preocupación no era
humanista. Aristóteles les llamó oi fisiologoi (los físicos).
La mayoría de las obras de
los presocráticos presentan el mismo título: Peri fiseos (Acerca de la
naturaleza). Así el problema fundamental de estos primeros filósofos fue
averiguar cuál era la sustancia primera (argé) de la que están hechas todas las
cosas de la naturaleza (physis). La historia del pensamiento presocrático fue
la sucesión de respuestas distintas a este mismo problema.
El destacado
filósofo Heráclito, “... uno de los fundadores de la dialéctica...”,
pensador griego de los siglos vi y v a. de c., fue también otro ideólogo de la
nobleza gentilicia y partidario de la aristocracia esclavista. Heráclito
fue defensor de
la esclavitud. Trató de justificar la desigualdad social;
invocó las leyes del cosmos y declaró que la lucha es la ley del universo y que
ésta ha determinado que unos sean dioses y otros hombres, a unos los ha hecho
esclavos, a otros libres.
En el terreno político se manifiesta como partidario de
la aristocracia. Trata de
justificar el gobierno de
unos pocos por
la superioridad que éstos, a su
juicio, tienen frente a las masas. “
Demócrito (nació
en el año 470
a. de c.) fue defensor de la democracia esclavista, ideólogo de sus círculos comerciales e industriales, un de
los más destacados
representantes del materialismo antiguo. Escribió un gran número de obras sobre diversas
ramas de la ciencia, pero sólo algunos fragmentos sueltos
de las mismas han
llegado hasta nosotros.
Demócrito, siguiendo
a Leucipo, fundador del
atomismo, enseñaba que toda .en el mundo se compone de una cantidad
ilimitada de pequeñas partículas;
invisibles, los átomos, que se mueven en el vacío. Según la teoría de Demócrito, los hombres llevaban primitivamente un
modo de vida
de rebaño, no tenían
vestimenta, ni vivienda,
ni creaban reservas de alimentos.
No existían reyes, ni
gobernantes, ni señores, ni guerras ni saqueos.
Hacían una vida
pacífica y exenta
de excesos. Más tarde, al aprender a valerse del fuego,
pasaron al cultivo de la tierra,
inventaron los oficios y crearon
el régimen del Estado.
Los sofistas (de la palabra griega sophos, inteligentes) se
encargan de dar
satisfacción a estas nuevas
necesidades, en particular lo hacen los
representantes de la
vieja generación, que desempeñan el
papel de divulgadores
de la ciencia y maestros
de la retórica.
A mediados del siglo V a. de
c., estos maestros paganos de la
sabiduría adquieren rápidamente
una gran popularidad, dan
a conocer a
la juventud los rudimentos de la ciencia y, al enseñarle el arte retórico hacen, al
mismo tiempo, una crítica de los conceptos
establecidos, defendiendo, muchos
de ellos, principios
y teorías avanzados para esa época.
Los sofistas
no constituían una
corriente filosófica única ni
sostenían un programa político único. Sin embargo, se pueden notar algunos rasgos
generales inherentes, en una u otra
medida, a todos
los sofistas.
Son, en
primer lugar, el espíritu crítico, la tendencia a revisar e incluso a
demoler los preceptos
tradicionales; en segundo lugar,
el interés por
los problemas políticos, el
audaz planteo crítico
de los problemas del Estado y del derecho que, antes de ellos, casi
no habían sido
sometidos a un examen filosófico;
finalmente, en tercer
lugar, la inclinación hacia la
lógica formal y a la utilización
del lenguaje como
medio de convencimiento.
Aristóteles
(años 384-322 a.
de c.), “...el más grande
de los pensadores
de la Antigüedad... ”, que ejerció influencia sobre el desarrollo
de las más diversas ramas del conocimiento, fue partidario de la democracia esclavista durante la crisis y el comienzo de la decadencia de la polis griega.
Nació en la ciudad de
Estagira, su padre fue médico en la corte de Aminta, rey macedonio. De
joven, Aristóteles se
trasladó a Atenas,
donde ingresó en la escuela de
Platón, con el cual, más tarde, discrepó en las concepciones y polemizó en sus
obras.
Después de morir
Platón, inauguró en Atenas su propia
escuela. Durante una serie de años vivió en Macedonia, siendo preceptor de
Alejandro, heredero del
trono de ese
país. Después de regresar a
Atenas, fundó nuevamente una escuela, el
Liceo, en la
cual enseñó durante
doce años, hasta el fin de su
vida.
Sócrates: el concepto del deber
ciudadano. El bien como finalidad
fundamental de la actividad política
Sócrates estaba
totalmente vinculado con los círculos contrarios a la democracia ateniense. Sus postulados estaban dirigidos contra la
organización democrática del
poder del Estado.
Por esto, una vez finalizada
la guerra del Peloponeso, cuando la democracia,
recobrada en sus
fuerzas, pasó a la pasó a la ofensiva contra sus enemigos, se le formuló
la acusación de que no reconocía a los dioses oficiales del Estado, introducía nuevos “seres demoníacos” y
corrompía a la juventud, lo que le costó la vida. Sócrates
no dejó nada
escrito, se limitó
a exponer verbalmente sus concepciones. Se sabe de él y de sus teorías,
principalmente, por las obras de sus discípulos, Xenofonte y Platón.
Esto crea
considerables dificultades. para establecer el auténtico contenido de la
teoría que postuló Sócrates. Su punto
de partida filosófico fue la afirmación escéptica de “sólo sé que no sé nada”.
Colmada de una exagerada modestia irónica,
estaba encaminada, ante todo,
contra el tono
autosuficiente de los sofistas, contra su. erudición, la que, según él,
era aparente. Esta
afirmación básica traducía al
mismo tiempo su
actitud negativa frente a la
avanzada filosofía materialista.
Sócrates enseñaba
que las percepciones sensoriales no
suministran un auténtico
conocimiento, no engendran
la ciencia, sino
una opinión. El conocimiento
verdadero, a su juicio, sólo es posible
mediante los conceptos
generales.
Teorías políticas y jurídicas de la
Roma Esclavista
Las teorías políticas y
jurídicas de la antigua Roma, en una exposición sistemática, o en esbozos más
o menos claros,
no aparecieron hasta el
siglo II a.
de c. Además,
solamente obtuvieron un importante
desarrollo las concepciones
relativas al Estado y
el derecho que sustentaron los representantes de la
clase dominante. Las esperanzas y aspiraciones de las masas oprimidas no
recibieron en la antigua Roma una expresión sistemática, clara y consecuente.
Corresponde señalar
una serie de
rasgos específicos en las teorías políticas y jurídicas de la antigua Roma. En primer
término, en todas ellas,
en mayor grado que en las
de la
antigua Grecia, se refleja
el carácter irreconciliable de las
contradicciones de clase
de la sociedad
esclavista, ya que hacia los siglos II y I a. de c. la sociedad esclavista
romana alcanzó el
grado más alto de desarrollo. Con
la mayor nitidez y agudeza se
manifestaron en ella
las contradicciones, inherentes a
la formación social económica
esclavista, que la llevaron a su hundimiento.
Analiza el libro El Contrato
Social, escrito por Jean Jacques Rousseau y crea tu propio criterio sobre las Teorías
Políticas
En El Contrato Social,
Rousseau argumenta que el poder que rige a la sociedad es la voluntad general
que mira por el bien común de todos los ciudadanos. Este poder sólo toma vigencia cuando cada uno
de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición,
según expone Rousseau, de que “Cada uno de nosotros pone en común su persona y
todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro
es considerado como parte indivisible del todo.”
En fin, Rousseau plantea que
la asociación asumida por los ciudadanos debe ser “capaz de defender y
proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los
asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, sólo
obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes.”
Mediante El Contrato Social,
Rousseau le abre paso a la democracia. En la misma, todos los miembros
reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo
cuerpo político, ya que la ley que obedecen nace de ellos mismos. Esta sociedad recibe el nombre de república y
cada ciudadano vive de acuerdo con todos. En este estado social son necesarias
las reglas de la conducta creadas mediante la razón y reflexión de la voluntad
general que se encarga de desarrollar las leyes que regirán a los hombres en la
vida civil.
Según Rousseau, es el
pueblo, mediante la ratificación de la voluntad general, el único calificado
para establecer las leyes que condicionan la asociación civil. De acuerdo a la obra de Rousseau, todo
gobierno legítimo es republicano, es decir, una república emplea un gobierno
designado a tener como finalidad el interés público guiado por la voluntad
general.
Es por esta razón, que
Rousseau no descarta la posibilidad de la monarquía como un gobierno
democrático, ya que si los asociados a la voluntad general pueden convenir,
bajo ciertas circunstancias, la implementación de un gobierno monárquico o
aristocrático, entonces tal el bien común.
El feudalismo. Gregorio VII y Enrique
IV
Las
relaciones feudales en los países de
Europa occidental comenzaron
a formarse mucho antes
de la caída
de la zona
oeste del Imperio romano. La conquista de Roma aceleró este proceso
y aumentó la diferenciación de clase
en las tribus
germánicas; se destacó
de éstas una capa
superior que, apoderándose
de las tierras conquistadas, avasalló paulatinamente a
la población campesina
hasta entonces libre. La propiedad feudal de la tierra fue
la base del feudalismo en
desarrollo.
Hacia los
siglos IX y X, la mayor parte de la población trabajadora libre de esos
países sufría ya la dependencia feudal (mejor dicho, próxima a la servidumbre).
Al mismo tiempo se
formó la estructura jerárquica, típica
del feudalismo, de la propiedad
territorial, en la que los
propietarios de la tierra, unidos entre sí por relaciones de
vasallaje, se dividían en
rangos, de superiores a inferiores, de
conformidad con su
poderío económico y político.
Marx y
Engels hicieron notar
que la estructura
jerárquica de la propiedad territorial, y el sistema, relacionado con
ésta, de las milicias armadas, dieron el poder a la nobleza sobre los campesinos. Calificaron
el régimen feudal
como una “...
asociación dirigida contra
la clase oprimida y
productora...”
Las teorías políticas y jurídicas de la sociedad
feudal de Europa occidental traducen la lucha de clases entre los feudales y la
masa trabajadora por ellos explotada,
así como también
la que existía entre
los diversos sectores
dentro de la clase dominante, principalmente entre
los feudales seculares y los
eclesiásticos.
Gregorio
VII
- La idea de la supremacía del poder papal halló clara expresión en las Actas del papa Gregorio VII,
en las que se proclama que sólo el obispo de Roma es ecuménico, y
puede destituir y
nombrar a todos los obispos, promulgar estatutos, instituir
jerarquías. Es el único en el
mundo que se
denomina Papa y derroca a los emperadores.
En 1075, Gregorio VII publica el Dictatus
Papae, veintisiete axiomas donde Gregorio expresa sus ideas sobre cual ha de
ser el papel del Pontífice en su relación con los poderes temporales,
especialmente con el emperador del Sacro Imperio. Estas ideas pueden resumirse
en tres puntos:
1. El papa es señor absoluto de la Iglesia,
estando por encima de los fieles, los clérigos y los obispos, pero también de
las Iglesias locales, regionales y nacionales, y por encima también de los
concilios.
2. El papa es señor supremo del mundo, todos
le deben sometimiento incluidos los príncipes, los reyes y el propio emperador.
3. La Iglesia romana no erró ni errará jamás.
(Había hecho eclosión la lucha entre los
poderes universales que trataban de lograr el Dominium mundi)
Estas pretensiones papales llevaban
claramente a un enfrentamiento con el emperador alemán en la disputa conocida
como Querella de las Investiduras que inicia cuando, en un sínodo celebrado en
1075 en Roma, Gregorio VII renueva la prohibición de la investidura por laicos.
Esta prohibición no fue admitida por Enrique IV que siguió nombrando obispos
en Milán, Spoleto y Fermo, territorios colindantes con los Estados pontificios,
por lo que el papa intentó intimidarle mediante la amenaza de excomunión y de
deposición como emperador.
Enrique reacciona, en enero de 1076, celebrando
un sínodo de Worms donde depone al papa. La excomunión lanzada por Gregorio
sobre Enrique significaba que sus súbditos quedaban libres de prestarle
vasallaje y obediencia, por lo que el emperador temiendo un levantamiento de
los príncipes alemanes, que habían acudido a Augsburgo para reunirse en una
dieta con el Papa, decide ir al encuentro de Gregorio y pedirle la absolución.
El encuentro entre Papa y Emperador tiene
lugar en el Castillo de Canossa, concretamente en el castillo Stammburg de la
gran condesa Matilde de Canossa. Enrique no se presentó como rey, sino como
penitente sabiendo que con ello, el pontífice en su calidad de sacerdote no
podría negarle el perdón. El 28 de enero de 1077, Gregorio VII absolvió a Enrique
IV de la excomunión a cambio de que se celebrara una Dieta en la que se
debatiría la problemática de las investiduras eclesiásticas.
El Concordato de Works, concordato
de Worms, Juan de Salisbury
el Concordato de Worms1122, entre el Papa y
el Emperador, por el que se puso fin al problema de investidura de los obispos,
ya que estos, al ser también señores feudales, estaban sometidos al rey, por lo
que los Reyes se oponían a esta doble función de los obispos: a la Iglesia y a
ellos. Al final, en el Concordato de Works, en la que la posición papal salió
muy mejorada.
Juan de Salisbury, ingles obispo de Chartres,
fue quien volviera a poner en marcha como una rama especial de estudio y de
especulación. La Ciudad de Dios de San
Agustin, por ejemplo, no es primariamente un tratado de ciencia política y ni
siquiera lo es de filosofía del derecho y solo a medias de la historia. Es todas estas cosas a la vez, pero solo por
añadidura.
Pues bien, el Policraticus (1159) de Juan de
Salisbury rompe esta tradición, aunque no definitivamente. Las obras mas sociales de Santo Tomas
seguirán la norma antigua, y solo el fin de la Edad Media presenciará la
especialización de que hablamos.
El Policraticus es un tratado sobre la
naturaleza de la sociedad, en especial en sus aspectos políticos. Según Juan de Salisbury, la sociedad es una
comunidad organizada legalmente por el acuerdo general acerca de lo que es el
derecho en si. Naturalmente, esta
concepción poco tiene que ver con el mundo feudal en edio del cual vivía el
autor. Lo cierto es que, gracias a su
intelectualismo, Juan de Salisbury prestó mas atención a la tradición
senequista y ciceroniana que otros autores, celosos de la religión y del
derecho consuetudinario.
La Lucha entre el Estado y el Papado
La civilización occidental (Grecia y Roma)
tenía a la Iglesia como parte del estado-ciudad, siendo esta una actividad más
como lo era el derecho, el arte, la política, etc., de la vida de la ciudad.
Por otro lado las culturas de oriente (Árabes, Judíos, Bizantinos) tenían al
estado como un instrumento de la Iglesia, era parte de esta.
En cambio los occidentales consideraban a la
Iglesia y Estado como dos entidades diferentes e independientes: la Iglesia
como una organización de la sociedad para fines espirituales y el Estado una
organización de la misma sociedad para fines políticos. Esta teoría fue
formulada por el Papa San Gelasio.
Sin embargo por ser dos entidades
completamente diferentes era natural que entraran en conflicto y gran parte de
la historia de la Edad Media es la historia de esta lucha entre el Estado y la
Iglesia siendo la Iglesia la que más se organizo y tomó fuerza mucho antes que
el Estado, por lo que al comienzo fue la que tuvo la iniciativa en la lucha y
la que consiguió los primeros triunfos. De ellos se podría concluir entonces
que en la Edad Media lo que importaba era la unidad de los cristianos como una
gran sociedad jefeada por la Iglesia y el Estado venia a ser nada más que el
que cuidara con celo los intereses de la Iglesia.
Ambas instituciones recibieron aportes
culturales completamente diferentes: la Iglesia era la heredera de toda la
cultura romana y el Estado fue el que recibió todas las tradiciones de los
pueblos germánicos bárbaros.
La Iglesia era entonces una de las pocas
entidades organizadas que además de ser dueña de un enorme poder sobre los
hombre, (gracias al ambiente profundamente religioso que reinaba) comenzó a
ejercer una especie de tutelaje sobre el Estado .
La Iglesia empezó a organizar sus
instituciones mediante el Derecho Canónico del cual hablaremos más adelante y
por medio del cual la Iglesia influyó grandemente sobre toda la cristiandad de
la Edad Media.
Mediante los testamentos la Iglesia fue
adquiriendo enorme riqueza en todos los países de Europa y a través de los
tributos que exigía a los fieles sacaba gran parte de los recursos de los
estados. Los Obispos, electos por el Papa, ejercían funciones religiosas y
civiles por lo que en aquellos momentos, la única que podía brindar a los
individuos verdaderos tribunales que fallaran con seriedad y conforme a derecho
era la Iglesia.
Algunos de estos tribunales trabajaban a base
de un procedimiento “ inquisitivo”, donde las partes no tenían iniciativa, el
juez dirigía las investigaciones en secreto, el acusado no sabia si quiera de
que se le acusaba sin poder nombrar un defensor, y las pruebas eran recibidas
en secreto y a veces se obtenían estas a bases de tormentos.
Aun así, con todo
sus defectos , estos procedimientos significaban un progreso ante los
procedimientos semi-bárbaros de los tribunales seculares a base de ordalías y
combates judiciales. Podemos comparar este procedimiento con el actual
procedimiento sumario.
Los estados o no tenían tribunales o los
habían dejado en manos de los señores feudales, quienes impartían una justicia
arbitraria e irracional como lo era la Ordalía o los combates judiciales. Como
consecuencia la Iglesia asumió por medio de sus tribunales, una serie de
asuntos que no tenían nada que ver con la religión como lo eran cuestiones de
familia, estado civil, delitos de perjurio, robo y todo asunto penal.
Esto llevo a que los grandes obispos se
convirtieran en grandes señores feudales, dejando de lado su misión espiritual
y quienes por derecho propio ejercían la administración de la justicia en sus
propios territorios por medio de los tribunales que les pertenecían.
Este
engrandecimiento de la Iglesia preocupo al Estado y se crean movimientos para
devolver al Estado el dominio y administración lo que culmino en un gran
conflicto llamado La Lucha de las Investiduras (lucha entre el Estado y el
Papado) (Papado: gobierno de la Iglesia). Por un lado la Iglesia pretendía
mantener su autoridad en el nombramiento de los obispos, una suprema potestad
sin intervenciones extrañas así como la vigencia absoluta de los decretos
papales.
Por el otro lado el Estado se defiende rechazando el derecho que tenia
el Papa de deponer a los gobernantes e interviniendo en cuestiones que eran
exclusivas de la Santa Sede, por lo que proponían no solo intervenir en el
nombramiento de los obispos sino del mismo Papa, y si fuera el caso quitarlo
del cargo. Conforme los reyes adquirían poder iban contrarrestando la
influencia de la Iglesia y le impedían entrometerse en asuntos puramente
temporales.
Para someter a los reyes el Papado tenia dos
poderosas armas espirituales en sus manos como era la Excomunión y el Entredicho:
Excomunión: consistía en negar el sacramento
de la comunión al gobernante rebelde, a individuos, o muchas veces a países
enteros. Para esta época aparecen dos clases claras de excomunión: a) la
negación de la eucaristía pero con asistencia de los servicios religiosos, y b)
la negación de todos los servicios que daba la Iglesia como el de recibir
sepultura cristiana.
Entredicho: movimiento mediante el cual los
sacerdotes se declaraban en huelga en todo un territorio y se negaban a
administrar sacramentos u oficios religiosos. Era parecido a la excomunión solo
que con carácter general aplicándola a toda un población, una región de un
país, un país entero o una orden religiosa. Con ello se prohibía la celebración
de cultos públicos.
Para contrarrestar esta situación los reyes
encontraron armas también con grandes efectos, como lo fue convocar a un
concilio universal. El Concilio era la reunión de especie de parlamento de la
Iglesia al que concurrían todos los obispos, doctores en teología, delegados de
los reyes cristianos, convocados por el Papa para tratar diversos asuntos de la
Iglesia. De acuerdo con su importancia reciben diversos nombres:
Ecuménico: es decir universal que era
convocado por el sumo pontífice romano para discutir y tratar de resolver los
problemas de la Iglesia bajo la presidencia y aprobación del Papa. Este es el
más importante y debe ser convocado en forma solemne por el romano pontífice, y
todas las resoluciones que dicte este concilio afectan a la Iglesia Católica.
Diocesano: es el que convoca un obispo para
celebrarlo con sus diócesis o jurisdicción y todos los sacerdotes que se
encuentran bajo su autoridad, para discutir asuntos de su territorio.
Provincial: es aquel que reúne a todos los
obispos de una provincia eclesiástica.
Plenario: el que reúne a todos los obispos de
diferentes provincias eclesiásticas que tengan problemas comunes.
El matrimonio fue una institución exclusiva
regulada por la Iglesia durante muchos siglos y sus requisitos definitivos
fueron fijados en el “Concilio de Trento”; y con el “Concilio de Letran” se
abolieron las ordalías y los combates judiciales
Con esto la mayoría de los estados europeos
logran fortalecerse con sus reyes. De esta forma la Iglesia pierde a finales de
la edad media el poder que ejercía en el campo estatal y queda circunscrita al
campo puramente espiritual.
La Santa Sede y los Reyes fueron llegando a
convenios que ponían fin a las antiguas luchas sobre cobros de tributos,
nombramientos de obispos y jurisdicción de tribunales; estos convenios o
tratados entre la Iglesia y el Estado se les llamo Concordatos. El solo hecho
de que el Papa los firmara significaba que abandonaba definitivamente
pretensiones de la Iglesia y reconocía en el Estado a una entidad independiente
con esfera de acción propia. Ya no se trataba de dictar reglas al Estado o a la
Iglesia, sino de fijar los limites que a cada uno les correspondía.
Algunos de los concordatos lograron terminar
con la lucha de las investiduras, entregar autoridad a la Iglesia para la
elección de sus obispos y la venta libre de los bienes de la Iglesia.
Con esta separación de funciones aparecen en
la Iglesia los primeros abogados litigantes en los tribunales eclesiásticos;
inicia la lucha contra la pena de muerte, las primeras reglas de humanización
de la guerra así como un derecho internacional de donde se origina lo que hoy
denominamos “asilo diplomático” que era el asilo que se otorgaban en los
templos medioevales.
Humanismo, ilustración, iluminismo,
constitucionalismo
Según el teórico marxista Lucien Goldmann, la Ilustración puede ser definida como
«una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués».
Como tal, insertaría su filiación doctrinal
en el Renacimiento y, especialmente, en las corrientes racionalistas y
empiristas del s. XVII (de Descartes, a Locke, pasando por Bacon, Bayle,
Galileo, Grotius, Hobbes, Leibniz, Newton, Spinoza, o los libertinos), y basa
su posibilidad sociológica de desarrollo en las revoluciones políticas
neerlandesa e inglesa, en el empuje de la burguesía y en las transformaciones económicas
en gestación, apoyadas en una coyuntura en alza, que desembocarán en la
revolución industrial.
La ley natural y la ley humana
La ley natural, según la teoría de Santo
Tomas de Aquino, es el reflejo de la ley eterna en todos los seres vivos. De
conformidad con estas leyes se efectúa el nacimiento y crianza de hijos, etc.
La ley natural es la base de la legislación
positiva y, gracias a ella, existe una
similitud de las normas jurídicas entre diferentes pueblos.
Así,
pues, las leyes
naturales son las mismas que las de la naturaleza, a las
que Tomás llama ley eterna, pero que rigen en el terreno de la naturaleza
orgánica.
Además,
la ley natural es la que establece las normas de la moral.
La ley humana es el derecho positivo.
Así, por ejemplo, la ley natural comprende la exigencia
de sancionar por
un asesinato, pero
son las normas del derecho positivo
las que fijan el carácter de dicha
sanción.
Esta
ley humana, según
afirma
Tomás, puede discrepar
de la natural.
Igual que los
jurisconsultos romanos, distingue entre el
derecho “de gentes”
(jus gentiun) y el positivo
(jus civile). Este último es el que rige en un determinado Estado, siendo
además el que en sus peculiaridades específicas traduce los preceptos que a
veces discrepan de la ley natural.
El derecho a la revolución. Las escolásticas
El
derecho de rebelión, derecho de revolución o derecho a la resistencia es un derecho
reconocido a los pueblos frente a gobernantes de origen ilegítimo (no
democrático) o que teniendo origen legítimo (democrático) han devenido en
ilegítimos durante su ejercicio, que autoriza la desobediencia civil y el uso
de la fuerza con el fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean
legitimidad.
El derecho a la resistencia frente al tirano,
que ha llegado a justificar la muerte de éste, se puede encontrar en la
Antigüedad. Así ya Platón trató el tema de la tiranía y del derecho del pueblo
a defenderse contra el tirano y la injusticia. A partir de él, numerosos
autores han desarrollado el tema a lo largo de la historia, tales como San
Isidoro de Sevilla y Santo Tomás de Aquino.
El derecho a la resistencia fue incluido de
forma explícita en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
la Revolución francesa.
La denominación "escolástica" procede del latín scholasticus, el que enseña o
estudia en la escuela. El término que, desde el Renacimiento, se aplica al
pensamiento filosófico que se desarrolló a lo largo de la Edad Media en todo el
ámbito conocido de la cristiandad, pero no ha de circunscribirse históricamente
al occidente cristiano, puesto que, además de la cristiana, existen también,
con iguales derechos, una Escolástica árabe y una Escolástica judía, que se
comunican entre sí; en realidad, el trasvase de conocimientos e influencias se
da más bien de las dos últimas a la primera (de las Escolásticas árabe y judía
se trata en las entradas filosofía árabe y filosofía judía).
Por otra parte, aunque la Escolástica aquí
considerada se refiera únicamente a la desarrollada, en el período mencionado,
en el occidente cristiano, ha de tenerse en cuenta que, durante el mismo
período de tiempo, se desarrolla en oriente la denominada filosofía bizantina.
En sentido estricto -y limitando la cuestión
al occidente cristiano- se llama «Escolástica» a la filosofía y la teología que
se enseñó durante el período de la Edad Media, a la denominada filosofía
medieval; propiamente, la «ciencia que se enseñaba en la escuela»: primero las
artes liberales y luego la filosofía y la teología.
El nombre proviene del término latino schola,
escuela, y de aquí scholasticus, aplicado en un principio a los que
frecuentaban determinado tipo de escuela, como maestros o como alumnos, y luego
a los que se caracterizaban definidamente por utilizar en sus enseñanzas e
investigaciones el método con que se desarrollaba la filosofía medieval.
Análisis de
las Teorías de Santo Tomas de Aquino
La doctrina Tomista de la ley, expuesta por
Santo Tomas de Aquino se encuentra vinculado con la idea del derecho natural,
por ello interfiere en las relaciones entre el estado y el Derecho.
Santo Tomas expuso que una de las constantes
imprescindibles en el proceso histórico-sociológico es la existencia del
conjunto de normas de conducta externas e imperativas que constituyen el orden
jurídico. Estas normas estructuran los hechos sociales y rigen su
funcionamiento, incluyendo dentro de estos a los que tienen el carácter
político.
El tomismo se fundamenta en la siguiente
disyuntiva: el orden jurídico es resultado de la creación de la voluntad de los
hombres, o será que tiene su fuente de inspiración en valores colocados sobre
la voluntad caprichosa del ser humano que emana de un orden preestablecido
superior a esa voluntad.
En su escrito “Suma Teológica” una parte
denominada tratado de la ley manifiesta que el universo es una unidad ordenada
sujeta a un principio regulador impuesto por su creador; este principio es la
ley eterna, la cual define como la razón de la sabiduría divina, que es el
principio directivo de todos los actos y movimientos de los seres. Pero no
todos los seres tienen la misma naturaleza, sino que se dividen en 2 grandes
grupos:
SERES RACIONALES.- son los hombres que
participan racionalmente en el orden eterno, son voluntarios, activos, libres y
la única ley que los obliga es la ética natural.
SERES IRRACIONALES.- Su participación en el
orden del universo es de forma pasiva, ciega y espontánea y solo acata la ley
natural.
La ley natural según Santo Tomas es la luz de
la razón por medio de la cual distinguimos lo que es bueno de lo que es malo,
por lo tanto esa ley natural no se encuentra recopilada en ningún código, sino
que es una impresión de la luz divina, que se encuentra en la mente y en los
corazones de los hombres:
“LEX NATURALIS EST SCRIPTA IN CORDIBUS HOMINUM”
Según Santo Tomas la ley natural tiene las
siguientes características:
Objetiva, inmutable, universal, cognoscible e
indeleble.
1.- objetiva por que es independiente de la
voluntad de la voluntad de los sujetos
2.- inmutable por que nunca cambia
3.-universal por que existe en todo el mundo
4.- cognoscible por que el entendimiento del
hombre la descubre dentro de si mismo
5.- indeleble por que permanece sin borrarse
jamás
Como conclusión, para Santo Tomas, en las
sociedades políticas debemos respetar 3 tipos de leyes:
1.- ley eterna
2.- ley natural
3.- ley humana
Análisis de
las Teorías de San Agustin
Escribe “la ciudad de Dios” con el objeto de
defender al cristianismo, ya que se le acusaba de haber provocado la
destrucción de Roma, por ello San Agustín intenta demostrar a su vez que la
causa de la destrucción de Roma fue su debilidad provocada por la depravación
de sus costumbres paganas.
En este libro expuso una interesante doctrina
política en la que recopila el pensamiento griego con influencias de cicerón y
del cristianismo.
Sostiene el origen divino del estado y la
necesidad natural de su existencia pero considera que si existe un poder
coactivo dentro del mismo, se debe al pecado. San Agustín representa el punto
culminante de la Patriótica, ya que recoge el pensamiento de los padres que le
precedieron y trasciende durante toda la edad media.
Uno de los puntos mas importantes del
pensamiento de San Agustín consiste en el análisis de la persona humana
examinada filosóficamente desde su doble composición, es decir, para San
Agustín el ser humano pertenece a dos ciudades, a la de Dios en el sentido
espiritual y a la terrenal en sentido material.
Después de San Agustín la historia de las
ideas políticas caen en una etapa caótica, como resultado de la caída del
imperio Romano y la destrucción ocasionada por las invasiones de los bárbaros.
En un principio las ideas de Aristóteles eran
consideradas heterodoxas por que se les conocía a través de las versiones al
árabe de los filósofos Avicena y Aberroes quienes aportaron a estos
pensamientos su posición mahometana.
Posteriormente se rectifico esa posición y se
hizo notar la concordancia del pensamiento Aristotélico con los principios del
cristianismo expuesto por San Alberto el Magno y por Santo Tomas de Aquino.
EL PENSAMIENTO POLÍTICO DEL ISLAM
El Corán
es una obra de pensamiento político normativo...y es también mucho más que eso.
El Corán recoge las revelaciones que Alah hizo al profeta Mahoma,
principalmente por intermedio del Arcángel Gabriel, en las ciudades de La Meca
y Medina, en Arabia, entre los años 610 y 632 dC según nuestro calendario.
A los ojos
de los creyentes en el Islam, este mensaje cierra el ciclo de la profecía
monoteísta, que en un arco ascendente va desde Adam a Noé, a Abraham, a Moisés,
a David, a Jesús, para culminar en Mahoma, a partir del cual una línea recta
(que a veces se corta porque los hombres son aún atraídos por el Mal) impulsa a
la Historia hacia la Parusía como meta final del devenir del hombre.
La
estructuración del Corán en capítulos, suras, etc., data verosímilmente del
siglo X de nuestra Era, y no se corresponde con el orden en que las suras
fueron reveladas. La sura 96 es considerada la primera según la tradición, y
fué revelada a Mahoma cuando meditaba en la gruta del monte Hira. La tradición
musulmana ha indicado al comienzo de cada sura si ella fue revelada en La Meca
o en Medina.
A
diferencia de la Torah hebrea, o del Antiguo y Nuevo Testamento cristianos, el
Corán no es una crónica de acontecimientos, ni una recopilación de
jurisprudencia, sino un conjunto integral de normas de vida (política, social,
familiar, religiosa, etc.) para los musulmanes.
La lucha
del Profeta Mahoma por imponerse y por imponer el mensaje de Alah en el mundo
árabe hizo del Corán un texto político, vale decir, le dió énfasis a la
dimensión política de una concepción religiosa que tiene una vocación
omniabarcativa respecto de la existencia humana, en todas sus dimensiones
físicas, anímicas y espirituales.
En esa
lucha por conquistar a los árabes "contra ellos mismos" la Profecía
se convirtió en Código. La expansión vertiginosa del Islam sobre diversos
territorios y pueblos transformó el proyecto escatológico en sistema
político-jurídico. A diferencia del Cristianismo, el Islam no es
"mahometanismo" sino "coranismo".
El Corán
no tiene, como la Torah o los Evangelios, un status ambiguo en el plano
político. En el caso del Islam, su rol es bien claro: se trata de generar una
"praxis", o sea de configurar actitudes mentales y sociales
coherentes a partir de un texto inmodificable, cuyo carácter totalizador es
indispensable a los fines de su comprensión y aceptación, y que produce muy
rápidamente instituciones uniformes, basadas en prescripciones intangibles,
sobre los más diversos medios geográficos y sustratos culturales.
LA UTOPIA COMUNISTA DE TOMAS MORO
Thomas
More (el nombre fue castellinizado como Tomas Moro) fue un pensador, teólogo, político,
humanista y escritor inglés, que fue además poeta, traductor, Lord Canciller de
Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado.
Su obra
más famosa es Utopía donde busca relatar la organización de una sociedad ideal,
asentada en una nación en forma de isla del mismo nombre. Además, Moro fue un
importante detractor de la Reforma Protestante y, en especial, de Martín Lutero
y de William Tyndale.
El
concepto utopía se refiere a la representación de un mundo idealizado que se presenta
como alternativo al mundo realmente existente, mediante una crítica de éste.
El término
fue concebido por Tomás Moro en su obra Dē Optimo Rēpūblicae Statu dēque Nova
Insula Ūtopia, donde Utopía es el nombre dado a una comunidad ficticia cuya
organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con
las sociedades humanas de su época.
Sin
embargo, aunque el término fue creado por él, el concepto subyacente es
anterior. En la misma obra de Moro puede verse una fuerte influencia e incluso
directa referencia a La República, de Platón, obra que presenta asimismo la
descripción de una sociedad idealizada. E
n el mismo
sentido, las narraciones extraordinarias de Américo Vespucio sobre la recién
avistada las islas de Fernando de Noronha, en 15032 y el espacio abierto por el
descubrimiento de un Nuevo Mundo a la imaginación, son factores que estimularon
el desarrollo de la utopía de Moro.
Además de
La República, hay otras ideas utópicas anteriores a la de Tomás Moro, por
ejemplo, el jardín de Gilgamesh, la isla de la Inscripción sagrada de Evémero y
los mitos de Hesíodo.
LA DOCTRINA POLITICA DE NICOLAS
MAQUIAVELO
Maquiavelo
hacia notar la gran importancia que los intereses materiales tienen en la vida
de los hombres y en la lucha entre la aristocracia y las masas populares. Señala la oposición existente entre los
intereses del pueblo y los de las clases pudientes.
En su
política, basada en la experiencia, no pretende pintar un ideal que corresponda
a las altas ideas de justicia y perfeccionamiento, sino que determina los
recursos mediante los cuales se pueden lograr los fines ordinarios que los
hombres de Estado se proponen.
Maquiavelo
es partidario del Estado nacional centralizado. El desarrollo capitalista, iniciado en los
países avanzados de Europa, era incompatible con el fraccionamiento feudal que
frenaba el desenvolvimiento de la industria y el comercio y, con la falta de
una organización política única.
JUAN BODIN
Ideologo
del absolutismo francés, pensador francés (1530 – 1596), jurista de
formación. Bodin ocupó diversos cargos:
abogado en el parlamento de Paris desde 1560, procurador del tercer estado en
los estados generales de 1576.
Juan
Bodino escribe y piensa en el contexto de las guerras de religión entre
calvinistas (hugonotes) y católicos en la Francia del XVI. Afirma que el origen
de la autoridad está en el pacto que se da entre las diversas familias que
componen las élites de una sociedad, que deberían ponerse de acuerdo en una
persona o institución para que ejerza la autoridad y gobierne.
Por ello,
el poder político debiera ser el resultado de un pacto, pero una vez concretado
ese pacto, la persona que ostente la autoridad deberá tener todo el poder y ha
de ser obedecida por todos.
Para
Bodino, Dios es el fundamento de la razón humana y de la naturaleza humana. Y
luego los Hombres se ponen de acuerdo para buscar una autoridad. Por ello el
Estado no ha de estar determinado por la Iglesia, pero sí ha de respetarla.
Existen
diversas formas posibles de gobierno, teniendo en cuenta dónde se concentra la
soberanía:
a) En la
democracia el pueblo como cuerpo posee el poder soberano.
b) En la
aristocracia la soberanía es poseída por una menor parte de dicho cuerpo. c) En
la monarquía la soberanía se concentra en una persona.
JUAN ALTUSIO
Entre los
pensadores que en el siglo XVI se opusieron a la autoridad irrestricta de los
reyes, Juan Altusio merece una mención especial. Esto se debe a que en sus escritos, de una
hondura y penetración singulares, presentó una autentica teoría general de la
sociedad.
Su Tratado de política, dice
que la soberanía en cuanto autoridad suprema del Estado nace del concurso
voluntario de todos sus miembros; que la autoridad suprema del Estado nace del
concurso voluntario que el gobierno arranca del pueblo y que su ejercicio
injusto, extralegal o tiránico exime al pueblo del deber de obediencia y
justifica la resistencia y la rebelión.
HUGO GROCIO
Fue un
jurista, escritor y poeta holandés. Fue
un niño prodigio, a los 9 años conocía la poética y hacia versos de calidad;
comenzó sus estudios de derecho a los 11 años en Leiden (Holanda) en 1594, y se
graduó cuatro años mas tarde en Orleans (Francia).
No sólo
fue un excelente teórico, sino también un hombre de acción. Además de escribir
sobre temas de teoría y política jurídica, Grocio fue a un tiempo traductor y
comentador de los textos griegos y latinos, compositor de poemas en latín, y
estimado como uno de los más autorizados intérpretes de las Sagradas Escrituras
en el siglo XVII.
Está
considerado como uno de los padres del Derecho Internacional y como el creador
de la escuela racionalista del derecho natural, que definió como uniforme y
universal, derivado del carácter racional del hombre.
SPINOZA
Baruch de
Spinoza fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero
crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes racionalistas de
la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes y el alemán
Gottfried Leibniz.
Spinoza preconiza
el materialismo metafísico y mecanicista.
Explica el mundo por un solo principio.
Su tesis acerca de la unidad del mundo, acerca de la sustancia única que
no ha sido creada por nadie, que existiere eternamente y que debe ser explicada
por si
misma, significó la completa ruptura con todas las ideas religiosas, según las
cuales el mundo ha sido creada por Dios.
En el aspecto político sigue en parte a
Hobbes. Sin embargo, su doctrina tuvo gran influencia en el pensamiento del
siglo XVIII, ya que se le considera el iniciador del ateísmo, aunque esta
afirmación no es del todo correcta. Como filósofo, comparte con Hobbes el tema
del determinismo.
Sin embargo Spinoza fue siempre, y en todos
los campos, un escritor proscrito, hasta el punto de que a comienzos del siglo
XIX no se le reconocía, especialmente por el movimiento Romántico alemán
(Goethe, Jacobi, etcétera). Dentro del ámbito de la política se le considera
precursor de Rousseau.
Su pensamiento traslada la visión del mundo
de Galileo, que dice que el mundo está sujeto a unas determinadas leyes, por lo
que buscará cuales son las que regulan a la sociedad. En este punto coincide en
parte con Descartes y Hobbes, pero con la singularidad de que Spinoza además
busca las leyes que rigen la moral y la religión. Así Spinoza entra de lleno
tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas
esferas, para lo que usa un método racional.
SUAREZ
Francisco Suarez (1548 – 1617) teólogo,
filosofo y jurista español. Suarez fue
un teórico del contrato social que anticipó mucho de lo que Hobbes y Locke
sostendrían mas tarde. Se ha sostenido,
por otro lado, que en Suarez tenemos en realidad a un corporatista, un
organicista o un holista, alguien que continua, en definitiva, la tradición política
que, aun hoy, muchos equivocadamente asocian con Santo Tomas de Aquino.
ANALIZA LA OBRA EL PRINCIPE ESCRITO POR
NICOLAS MAQUIAVELO Y REALIZA UNA SINTESIS SOBRE SU CONCEPTO DE TEORIA POLITICA
El Príncipe (en el original en italiano: Il
Principe) es un tratado de doctrina política escrito por Nicolás Maquiavelo en
1513 mientras se encontraba confinado en San Casciano por la acusación de haber
conspirado en contra de los Médici.
Fue dedicado a Lorenzo II de Médici, duque de
Urbino, en respuesta a dicha acusación, a modo de regalo. 1 Se trata sin duda
de su obra con más renombre, aquella por la cual ha nacido el sustantivo
"maquiavelismo" y el adjetivo "maquiavélico".
A pesar del uso despectivo que se le confiere
al término, "maquiavélico" no es otra cosa sino una obra dotada de un
gran conocimiento de la psique humana, un enorme sentido común y mucho
pragmatismo. Tanto es así, que muchos hombres de negocios y políticos han
extrapolado algunas de sus ideas.
VOLTAIRE
François Marie Arouet, más conocido como
Voltaire (París, 21 de noviembre de 1694 – ibídem, 30 de mayo de 1778) fue un
escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los
principales representantes de la Ilustración, un período que enfatizó el poder
de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad. En 1746
Voltaire fue elegido miembro de la Academia francesa.
Voltaire hizo algunas de sus aportaciones más
importantes en el terreno de la política. Para él era necesaria una reforma
profunda de la sociedad, que asegurase, entre otras cosas, la libertad y el
bienestar del pueblo.
En este sentido Voltaire mostraba su
admiración por la sociedad inglesa, basada en un sistema parlamentario muy
distinto del absolutismo imperante en la Francia de la época. Entre las propuestas de Voltaire hay que
destacar:
·
Creación
de un sistema parlamentario que limitase los poderes del rey.
·
Establecimiento
de un sistema de impuestos racional, que no arruinara al pueblo.
·
Libertad
económica y reconocimiento del valor del trabajo.
MONTESQUIEU
Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède
y Barón de Montesquieu (Château de la Brède, 18 de enero de 1689 - París, 10 de
febrero de 1755), fue un cronista y pensador político francés que vivió en la
llamada Ilustración.
"Emplea el mètodo empìrico en el estudio
de las cuestiones polìticas; màs que las ideas abstractas, le interesan las
condiciones concretas y y actuales de la vida. Como la mayoria de los
escritores de su tiempo, cree en la existencia de principios fundamentales de
derecho y justicia en el seno de la naturaleza, pero para alcanzar las
enseñanzas de èsta no hay que partir de deducciones basadas en la razòn, sino
de los hechos de la historia y de observaciòn de las circunstancias de la vida
polìtica.
De las relaciones entre los Estados nace el
derecho internacional. De las relaciones que se establecen entre gobernantes y
subditos, en un Estado determinado, nacen las leyes polìticas. De las
relaciones privadas entre los ciudadanos nace el derecho civil. El derecho
internacional es comùn a todos los pueblos; pero las leyes civiles y polìticas
varìan de Estado a Estado segùn las condiciones peculiares de cada uno.
No existe, segùn Montesquieu, forma alguna de
gobierno que encierre un valor en sì misma; su valor es siempre relativo.
Cuando cambia el espìritu que informa a una determinada forma de gobierno,
sucede necesariamente una revolucion. Las democracias declinan cuando no se practican
las virtudes polìticas y desaparece el espìritu de igualdad.
Cuando cambia la extensiòn del Estado, se
transforma tambièn su primitiva forma de gobierno. Como el crecimiento
territorial de un Estado conduce a formas indeseables, Montesquieu se opuso a
la concepciòn de Maquiavelo sobre la importancia y valor de la extensiòn de los
dominios.
Las dificultades que envuelve la existencia
de un pequeño Estado republicano, desde el punto de vista de su defensa, se
evitan, segùn Montesquieu, con el principio de la federaciòn. Sus teorìas sobre
la relaciòn entre la forma y el territorio de un Estado y sobre el valor del
sistema federativo, ejercen considerable influencia en Amèrica cuando se adopta
la constituciòn federal.
Montesquieu sigue la tendencia històrica e
inductiva de Aristòteles, Maquiavelo y Bodin: y, lo mismo que a èstos, le
interesan mas las cuestiones pràcticas de la actividad polìtica, que las
teorìas referentes al origen y naturaleza del Estado. Ensancha el campo de la
historia y la observaciòn, ocupàndose de remotos pueblos incivilizados (1), y
deduce conclusiones, no siempre acertadas ni autènticas, en relaciòn las
instituciones de chinos, japonese, africanos e isleños del mar del Sur.
ROUSSEAU
Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de
junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) fue un escritor,
filósofo y músico franco-helvético definido como un ilustrado; a pesar de las
profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de
la Ilustración.
Las ideas políticas de Rousseau influyeron en
gran medida en la Revolución francesa, el desarrollo de las teorías
republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical
y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres
frases, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en
todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio, o De la
educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la
posibilidad de una educación.
Rousseau produjo uno de los trabajos más
importantes de la época de la Ilustración; a través de su Contrato Social, hizo
surgir una nueva política. Esta nueva
política está basada en la volonté générale, voluntad general, y en el pueblo
como soberano.
Expone que la única forma de gobierno legal
será aquella de un estado republicano, donde todo el pueblo legisle;
independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una
aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado.
Rousseau le da gran importancia al tamaño del
Estado, debido que una vez la población del estado crece, entonces la voluntad
de cada individuo es menos representada en la voluntad general, de modo que
mientras mayor sea el estado su gobierno debe ser más eficaz para evitar la
desobediencia a esa voluntad general.
En sus estudios políticos y sociales Rousseau
desarrolló un esquema social en el cual el poder recae sobre el pueblo,
argumentando que es posible vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de
un último líder que fuese la autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en
la libertad natural con la cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre.
En El Contrato Social, Rousseau argumenta que
el poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien
común de todos los ciudadanos. Este poder sólo toma vigencia cuando cada uno
de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición,
según expone Rousseau, de que “Cada uno de nosotros pone en común su persona y
todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro
es considerado como parte indivisible del todo.”
En fin, Rousseau plantea que la asociación
asumida por los ciudadanos debe ser “capaz de defender y proteger, con toda la
fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados, pero de
modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, sólo obedezca a sí mismo, y
quede tan libre como antes.”
PAUL
HOLBACH
Paul Henri Thiry, Barón de Holbach, nacido
como Paul Heinrich Dietrich von Holbach (Edesheim, 8 de diciembre de 1723 –
París, 21 de enero de 1789), fue un filósofo materialista francés de origen
alemán.
Se educó en Leiden en París. Según él la
materia es eterna y base determinante de cualquier fenómeno. La libertad es una
ilusión, la religión una consecuencia de la ignorancia explotada por el
despotismo. Estas citas suyas exponían claramente que consideraba a todas las
doctrinas religiosas como instrumentos del absolutismo y por lo tanto era
enemigo de todas ellas.
Escribió El cristianismo desenmascarado o
Examen de los principios y de los efectos de la religión cristiana (1767),
Sistema de la naturaleza (1770) y La moral universal (1776) a pesar de que
muchas de sus primeras escrituras filosóficas habían sido publicadas
anónimamente o bien fuera del país. Su opera prima fue Sistema de la
naturaleza, la cual fue publicada bajo el seudónimo de Jean-Baptiste de
Mirabaud e incluida en el Índice de libros prohibidos. Durante ésta se muestra
a sí mismo como un materialista radical, ateo decidido, poco original y, sin
embargo, muy influido por filósofos innovadores como Hobbes, Locke, Condillac y
La Mettrie.
Además, dice que la materia posee movimiento
y hasta capacidad de pensamiento. Cree que el hombre es sólo un ser natural y,
por tanto, físico, que está sometido a las mismas leyes materiales que el resto
del universo. También cree que una voluntad libre no puede ser admitida en este
universo que se rige por la necesidad; que la sensibilidad es característica
sólo de una materia en especial (la animal) y que el alma como principio vital
inmaterial no existe.
HELVECIO
Claude-Adrien Helvétius (París, Francia, 26
de febrero de 1715 – Versalles, 26 de diciembre de 1771) fue un filósofo
francés. Su apellido puede castellanizarse y escribirse "Helvecio".
Como presupuesto general afirma el valor
supremo del interés, que puede ser definido como un impulso hacia la obtención
del placer y la eliminación del dolor y que procura los placeres más grandes y
elevados, es decir la mayor felicidad. Este interés es en el individuo tan
fuerte que sin él no puede entenderse ninguno de sus actos, y no es algo
espiritual, sino que en tanto que viene de los sentidos, es algo externo.
Para Helvétius, los hombres buscan, por
necesidad, la satisfacción de sus propios intereses egoístas. Bueno es entonces
lo que supone útil para satisfacerlos; empero, existe el problema de equilibrar
los distintos intereses personales con el interés general, muchas veces
enfrentados por legislaciones defectuosas. Se trata entonces de lograr el mayor
bien del mayor número. Esto se consigue con leyes apropiadas, ya que Helvétius
sostiene que «los vicios de un pueblo están siempre escondidos en el fondo de
su legislación». Es lícito y preciso controlar y educar este interés
individual, en tanto que es algo externo, en beneficio de otro tipo de interés,
el interés general.
Determinar lo bueno para todos y cada uno
corresponde al legislador, a cuyo cargo está, en consecuencia, establecer la
moralidad o inmoralidad de los intereses y de las acciones. En otras palabras,
su tarea consiste en obligar a cada hombre, utilizando el sentimiento de amor a
sí mismo, esto es, su egoísmo, a ser justo con los demás para lograr el
perfecto equilibrio-social.
Esto se logra sobre todo con leyes capaces de
hacer felices a los ciudadanos procurándoles el mayor número posible de
placeres compatibles con el bien público. Por eso es considerado uno de los
precursores de una de las tendencias que influirá decididamente no sólo en el pensamiento
jurídico-político de ese momento, sino en concepciones posteriores como el
utilitarismo.
Sus principales obras son De l'Esprit (Sobre
el espíritu, 1758), que fue condenado por el Parlamento de París, la Sorbona y
el clero y quemado públicamente en París, y De l'Homme, de ses facultés et de
son éducation (Del hombre, de sus facultades y de su educación, publicada
póstumamente en 1772), Le vrai sens du système de la Nature (El verdadero
sentido del Sistema de la Naturaleza, 1774); Les progrès de la raison dans la
recherche du vrai (Los progresos de la razón en la investigación de los
verdadero, 1775). Sus obras completas en 7 volúmenes se imprimieron en 1774; en
5 volúmenes en 1784; en 14 en 1795 (reeditado en 7 volúmenes en 1969 y ss. con
prefacio de Yvon Belaval.
DIDEROT
Denis Diderot (Langres; 5 de octubre de 17131
– París; 31 de julio de 1784) fue una figura decisiva de la ilustración como
escritor, filósofo y enciclopedista francés.
Reconocido por su erudición, su espíritu
crítico y su excepcional genio, marcó la historia de los campos en los que
participó: sentó las bases del drama burgués en teatro, revolucionó la novela
con Jacques le fataliste, y el diálogo con La paradoja del comediante, y por
otra parte, creó la crítica a través de sus salones y supervisó la redacción de
una de las obras culturales más importantes de la centuria, la célebre,
L'Encyclopédie.
La abundante y polifacética obra de Diderot
no fue conocida completamente en su tiempo. De una parte, por que no toda la
obra de este pensador fue editada antes de su muerte; y de otra, por que la
faceta literaria y crítica tuvo una escasa difusión. Diderot fue en su época el
hombre de la Enciclopedia, a la que dedico lo mejor de sus energías durante más
de veinte años.
El dio forma y sentido al proyecto como
concepción general del saber de su época y como arma de combate contra el
conservadurismo político y religioso. La dirección de Diderot fue por tanto
cultural y política.
Diderot además intervino en la redacción de
gran cantidad de artículos, algunos de ellos autenticas obras de creación, y
dirigió incluso la ilustración grafica.
INSURRECCIÓN
Sublevación,
rebelión.
REBELDÍA
Cualidad o
condición de rebelde, acción propia del rebelde. Estado procesal de la persona que siendo
parte en un juicio no acude al llamamiento que formalmente le hace el juez o no
sigue sus indicaciones.
FEUDALISMO
Se designa
con el término de Feudalismo al sistema político, económico y social que imperó
en la Edad Media, aproximadamente entre los siglos IX y XV, y que ha tenido
como base fundamental de su constitución los llamados feudos.
El
Feudalismo consistía en propiedades de terrenos cultivados especialmente por
esclavos, parte de la producción que estos elaboraban era entregada en concepto
de censo o arriendo al dueño de las tierras, encarnado por un noble señor, leal
al Rey de turno.
RENACIMIENTO
El Renacimiento
es un periodo de transición que durante los siglos XV y XVI conlleva unas
transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales. Desde el punto
de vista socioeconómico, el Renacimiento es una etapa de transición del
feudalismo al capitalismo impulsado por la burguesía.
SIGLO DE LAS LUCES
El siglo
de las luces, o también denominado la Ilustracion fue una época histórica y un
movimiento cultural e intelectual europeo –especialmente en Francia e
Inglaterra–que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la
Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros
años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar
las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón.
CAPITALISMO
El
capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la
disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como
herramienta de producción.
En el
capitalismo, los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el
intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del
trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención
de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una
cooperación mediatizada por el mercado. La distribución, la producción y los
precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la
oferta y la demanda entre productores y consumidores.
CONCEPCIÓN POLITICA
Definiciones
clásicas apuntan a definir política como el "ejercicio del poder" en
relación a un conflicto de intereses. Son famosas las definiciones fatalistas
de Carl Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo-enemigo, que tiene
en la guerra su máxima expresión, o de Maurice Duverger, como lucha o combate
de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en
su provecho. También está Max Weber, que define la política estrictamente en
función del poder.
Una perspectiva opuesta contempla la política
en un sentido ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el
poder público organizado para lograr objetivos provechosos para el grupo. Así
las definiciones posteriores del término han diferenciado poder como forma de
acuerdo y decisión colectiva, de fuerza como uso de medidas coercitivas o la
amenaza de su uso.
Una definición intermedia, que abarque a las
otras dos, debe incorporar ambos momentos: medio y fin, violencia e interés
general o bien común. Podría ser entendida como la actividad de quienes
procuran obtener el poder, retenerlo o ejercitarlo con vistas a un fin que se
vincula al bien o con el interés de la generalidad o pueblo.
BURGUESIA
La burguesía es una clase social que se caracteriza por poseer medios de
producción propios y gracias a esto es que establecerá una relación de
explotación con el proletariado o grupo
social obrero al cual le comprará su fuerza de trabajo, dado que este no posee
medios propios de producción.
Esta relación que ambas clases
sociales mantienen a fuerza del poder que una ejerce sobre la otra, es
lo que le permite a la burguesía acumular capital.
En las
postrimerías de la Edad Media, este término de origen francés comenzó a
utilizarse para designar a aquellos habitantes urbanos que realizaron las primeras
actividades comerciales de cambio, como ser mercaderes y artesanos.
Luego, ya
en pleno Renacimiento, el término comenzó a usarse para referirse a los
comerciantes que durante esta época alcanzaron un importantísimo apogeo que los
llevó a cosechar incalculables riquezas producto de los negocios que llevaban a
cabo. Este grupo marcó el nacimiento de una nueva clase social, ya que
ostentaba nuevas características que las clases que predominaban en aquel
momento no tenían.
SERVIDUMBRE
La diferencia con la esclavitud residía
entonces allí ya que tradicionalmente los esclavos no eran considerados seres
libres si no objetos de posesión de quien contaba con ellos. De todos modos, la
servidumbre establecía una estructura de violencia similar a la de la esclavitud
ya que la pérdida de la libertad era, en la mayoría de los casos, de por vida
debido a las escasas posibilidades de ascenso social que se les permitía a
tales individuos.
Los siervos medievales se caracterizaban por
la realización de tareas principalmente agrícolas (la actividad económica más
importante de la época), pero también por desempeñarse como personas al
servicio directo de quien los dominaba, teniendo que atenderlos en sus tareas
cotidianas.
La servidumbre empezaría a decaer como sistema
socioeconómico con el fin de la Edad Media y el ingreso a la Edad Moderna,
aunque en muchas partes de Europa (sobre todo Europa oriental), la misma
seguiría existiendo con gran fuerza hasta principios del siglo XX.
CARACTERISTICAS DE LA ESTRUCTURA CAPITALISTA DEL REGIMEN FEUDAL EN RUSIA
Durante
la segunda mitad
del siglo XVIII nace en el seno
de la sociedad feudal rusa el régimen
capitalista. La extensión del territorio
del imperio ruso y el considerable
aumento de la población van
acompañados del desarrollo
de la industria y de la
aceleración del proceso
de la división social del
trabajo.
En 1753 el gobierno anula el cobro de aranceles
aduaneros internos, lo cual viene a favorecer el desarrollo de la circulación
de mercancías. Junto con el aumento de la venta de cereales y
materias primas en el mercado interno, se acrecienta la exportación de
productos agrícolas a través de los puertos del Báltico y, años más tarde,
también de los del mar Negro.
Hacia fines del siglo XVIII se modifica
sustancialmente el carácter de la mayoría de las empresas industriales y la
composición social de sus dueños. Se observa un acrecentamiento del peso específico
de las manufacturas comerciales,
que funcionan empleando el
trabajo de los
campesinos censatarios. Las empresas industriales fiscales y patrimoniales ceden cada vez más ante las comerciales.
La
legislación de Catalina II tendía a mantener a los campesinos en la
obediencia absoluta y a ampliar el poder de
los terratenientes sobre los siervos.
El
comienzo de desintegración de
la economía de
servidumbre en Rusia va
acompañado de una acentuada agravación de
la lucha de clases. Las constantes sublevaciones de los
campesinos y de los “hombres de trabajo” se vienen sucediendo a lo
largo de todo el siglo XVIII,
convirtiéndose, finalmente, en una gran guerra campesina bajo la dirección de E
I. Pugachov
Después del
aplastamiento de esta sublevación (1773-1775), el carácter opresivo
de la legislación de Catalina
II se acentuó
de modo especial. El despotismo
de esta zarina, la arbitrariedad de sus favoritos y la violencia de los
terratenientes sobre los campesinos fueron
objeto de una crítica
especialmente aguda de
parte de los hombres rusos de vanguardia. Lo más sensible y palpitante del pensamiento político
ruso de fines
del siglo XVIII estuvo relacionado con los campesinos
siervos.
LAS
IDEAS POLITICAS DEL MANDATO DE CATALINA II
Bajo el velo de frases liberales, el Mandato
de Catalina II postula insistentemente la reivindicación del afianzamiento del
despotismo. La fraseología liberal del
Mandato tergiversa totalmente la práctica de servidumbre que se arraigaba en Rusia durante el reinado de Catalina II.
Se afirmaba hipócritamente en el
Mandato que la autocracia despótica está
orientada por las ideas del “bien
común”. Catalina II denominaba
al Senado “Custodio de las leyes”, y destacaba el
importante valor que supuestamente le
era inherente. En la práctica, durante su reinado, esta institución no desempeñó
ningún papel.
“La igualdad de todos los ciudadanos radica
en que todos ellos estén subordinados a las mismas
leyes.” Sin embargo,
en toda su
actividad, Catalina II realizó la política de
consolidación de los privilegios de la nobleza.
Catalina II mencionaba, en el Mandato, los
derechos de los
súbditos del imperio
ruso, pero eludió la más mínima
insinuación de conceder a la población, aunque fuese
formalmente, libertad alguna. Redujo el problema de la
libertad al problema de la
estricta subordinación de
todos sus súbditos a las leyes de
la servidumbre.
El Mandato
traduce las tradiciones,
características del absolutismo, de
la educación de los súbditos en
el espíritu de la obediencia y en el del “temor
a Dios”. En
la redacción definitiva
del Mandato no se menciona siquiera la necesidad
de suavizar las normas de la servidumbre.
Catalina
II escribió el Mandato para la comisión nombrada
a fin de
redactar un nuevo código. Pese a que
esta comisión tenía un
carácter ceremonioso y oficial, pese a la estricta selección de
los diputados, los
debates, que traducían
las contradicciones de clase
que se habían
desencadenado, fueron de tal naturaleza, que desagradaron al gobierno.
LA
ILUSTRACION DEL SIGLO XVIII
1.— Hombres procedentes de diversos sectores
de la sociedad rusa (nobles
burgueses, intelectuales de
origen plebeyo), de
tendencias más avanzadas y patrióticas, fueron los que tradujeron la nueva ideología antifeudal, adoptando la
forma de Ilustración. Estos
hombres comprendían que el
derecho feudal obstaculizaba
el desarrollo de Rusia, motivo por el cual lucharon contra
él en la
literatura.
Por cuanto
la abolición del régimen de servidumbre había de abrir un amplio campo
para el desarrollo burgués, los
ilustrados rusos del
siglo XVIII defendieron objetiva
y justamente estas tendencias
burguesas. Sin ver aún
las contradicciones de la
sociedad burguesa, suponían
que la destrucción del
régimen de servidumbre
traería
consigo la prosperidad general.
Los
ilustrados rusos no
llegaron hasta la idea del derrocamiento revolucionario de
la autocracia. Después de haber
sometido a una
severa crítica el imperio y las costumbres de los feudales nobles, no supieron elevarse hasta la altura de
la negación, por principios, del Estado absolutista en su conjunto. Sin
embargo, su fructífera labor social y literaria desbrozó el camino para la acción revolucionaria de Radishchev.
Entre
los grandes ilustrados
del siglo XVIII hay que mencionar
a N. 1. Novikov (1744-1818). Redactó y editó una serie de revistas satíricas (Yesca, 1769-1770; El parlanchín, 1770; El
pintor, 1772-1773; La billetera, 1774) ; y sometió en
ellas a los
terratenientes feudales a una
acerba y mordaz crítica.
Novikov luchaba contra el abuso de los nobles.
Soñaba con la abolición del derecho feudal, y con una original paz de clase
entre las castas de Rusia. Sin embargo
no alcanzó a
reconocer la necesidad de la lucha revolucionaria.
LAS
IDEAS POLITICAS DE LA INSURRECCION
La violencia en gran escala desatada por los terratenientes
nobles contra el pueblo y el reconocimiento
de la explotación
feudal, provocaron constantes sublevaciones
de los campesinos.
En 1773 se desencadenó la guerra campesina general dirigida por E. I.
Pugachov.
Los
campesinos siervos oprimidos
por los terratenientes y ansiosos
de emancipación, incluidos también los hombres de trabajo de las manufacturas, fueron
la fuerza motriz de
la insurrección. Pugachov contaba
con el apoyo de los cosacos, de los campesinos
más pobres y de los pueblos de Rusia
oprimidos por el zarismo.
La esforzada lucha de las masas campesinas que
se oponían a la explotación terrateniente tenía un carácter
antifeudal abiertamente
pronunciado. Esta lucha conmovía el Estado feudal desde Siberia hasta Moscú y
desde el Kubán hasta las selvas de Murom. Pero fue una acción espontánea de las
masas, no iluminadas por la luz
de la conciencia política. No por
eso dejó de ser inmensa
la influencia que ejerció sobre
la lucha ideológica de esa época, constituyendo una
importante etapa en el desarrollo del movimiento revolucionario ruso.
La insurrección dirigida por Pugachov dejóuna
profunda huella en la conciencia de los campesinos rusos. Las insurrecciones campesinas de los siglos XVII
y XVIII, incluida también
la de Pugachov, muestran que los
campesinos, alzándose contra los
terratenientes y la
administración zarista, aún alimentaban confianza en el depositario del poder supremo, el
zar.
Los
campesinos siervos, atormentados
por los terratenientes, y “los hombres de trabajo” de las empresas
cimentadas en el trabajo de
los campesinos posesionales
y censatarios, suponían que el
zar ignoraba sus tormentos y veían todo el mal en sus respectivos amos, tiranos
y feroces opresores. A
partir de fines de la sexta década del siglo XVIII, la agitación campesina, ante la extremada agravación de la crueldad y la arbitrariedad
de los terratenientes,
adopta un carácter permanente.
Prometía a los campesinos, a los cosacos, a
los cismáticos, a la gente de trabajo del Ural, a los representantes de los
pueblos coloniales, etc., que en todas partes se adhirieron a su movimiento, la completa liberación de los nobles y de los
sobornados jueces profesionales.
Tras
la exterminación de
los enemigos —”los bandidos
nobles”—, decían que
todo el mundo podría sentir el
sosiego y una vida tranquila, que perduraría para siempre.
Pugachov
y sus acompañantes
plantearon, como reivindicación política,
la exterminación general de la
nobleza y la extirpación de la injusticia
que los campesinos
sufrían de los
terratenientes.
Desde el propio comienzo
de la sublevación,
los emisarios de
Pugachov proclamaron la libertad de los
campesinos. “Somos enviados —
les
declaraban— del ejército
del soberano Piotr Fiódorovich, para dejar en ruinas las
casas de los señores y para otorgar la
libertad a los
campesi-
nos... Mirad, pues, labradores, de hoy en
adelante no trabajéis más
para el terrateniente
y no le abonéis
ninguna clase de impuestos, y
si en lo
sucesivo os encontramos dedicados al trabajo
del terrateniente, os haremos pedazos a todos
IMPORTANCIA DEL PENSAMIENTO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO EN RUSIA A FINES DEL
SIGLO XVIII
1.— Las esperanzas de los campesinos siervos
en su lucha contra los terratenientes y la protesta de los
mejores hombres de
vanguardia de
Rusia
contra el sistema
de violencias en
masa cometidas por los nobles sobre el pueblo, hallaron expresión en la creación
de Alejandro Nicoláievich Radischev
(1749-1802), cumbre del
pensamiento revolucionario ruso del siglo XVIII.
Las concepciones políticas de este fundador
del pensamiento revolucionario en Rusia descansaban en
la experiencia del
movimiento de las masas campesinas oprimidas de Rusia. El
cuadro
sombrío de las violencias y de la
arbitrariedad de los feudales suscitó en él un sentimiento de protesta, obligándole a
“oponerse al extravío” y manifestarse en defensa del pueblo, en contra de
la autocracia y la servidumbre feudal.
La revolución inglesa del siglo XVII, la lucha
de las colonias inglesas en América del Norte por la independencia, y los
primeros resultados de la revolución francesa del siglo XVIII, desempe-
ñaron, a
su vez, un determinado papel en
la formación de su concepción del
mundo.
Radishchev fue uno de los más grandes materialistas
del siglo XVIII que, siguiendo a Lomonosov,
desarrolló la filosofía
materialista rusa. Trataba de concebir la historia como un proceso sujeto a leyes, encontrar las que
rigen sus movimientos, y este
historicismo hace que en una serie de
problemas sea más clarividente
que sus con-
temporáneos occidentales.